09 agosto, 2010

Mis vulgares primeros pasos satíricos (2)

Ya, ya sé que parece que estoy rellenando, pero cierto es que en el verano todo va más lento y va- caciones, así que supongo que me perdonaran. En fin, para quitarme esta miniserie de enmedio, aquí van otros dos pasitos satíricos, más generales y menos personales, pero también como crítica más o menos mordaz a dos personas relacionadas con la política:

-A una muñeca de titiritero que no rige destino alguno

¿Qué se siente al estar colgada,
valioso instrumento de la injusticia,
qué se siente al no tener noticias
del puerco que tus hilos manejaba?

Perdida como barro en el desierto
Moderna máscara tirana de horror
Dictadura eterna que sólo da dolor
Ahogada como infante en tus lamentos

¿Qué pretendes, que balbuces, que aparentas
vieja-joven sin cultura ni presteza
qué destinos llevarás sin afrenta

De este lugar que derrochó nobleza
Guiñol de plastilina, piel macilenta
Vuelve en ti, sálvanos con cabeza.


-Al débil crítico que fue rey y aún maneja los hilos

Es un ser bucólico y desdichado
Amigo de viejos terratenientes
Abrazador de farolas pudientes
Mas no es más que político trasnochado

Nada ruín, antaño poderoso
Águila de osados grandes proyectos
Ogaño es vil y facineroso
Y hasta pudiera parecerme abyecto

Rey lejano de pueblo hambriento
Ríe su suerte y contempla su obra
Perdida su nación en el desierto

Sangre que no salpica en jubón propio -o bien- (sangre que no salpica su zozobra)
Barbas que no pelan al ser despierto -o bien- (barbas que no pelan al ser despierto)
Arroz, aceite y religión, quedo opio -o bien- (con paro y aceite hay de sobra)

Explicación: Ambas se refieren a determinados personajes públicos locales de los últimos 25 años (a buen entendedor...)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, probablemente lo sea